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La final de la Champions League genera pasión entre los hinchas del fútbol que son capaces de hacer cualquier cosa por ver a su equipo. Este año han coincidido en Madrid dos equipos británicos el Liverpool y  el Tottenham  y sus seguidores son capaces de cualquier cosa por acudir a esta final. Pagar 6.000 euros por una entrada o darse un palizón de viaje sin tener entradas o no dormir en días son sólo algunas de las “barbaridades” que los hinchas están dispuestos a hacer para no perderse esta final. Y tú, ¿qué serías capaz de hacer por tu equipo?

1.- Pagar un pastón por dormir

Champions League Madrid 2019

Los vecinos del barrio de Las Musas (San Blas-Canillejas) están haciendo su agosto con el partido. Hasta 12.000 euros por un día completo de alquiler piden para esa jornada en un piso normal e, incluso, en algunos sin amueblar y con camas inflables. ¿Quieres un consejo? Quédate en algún hotel bien situado para conocer Madrid, como Apartosuites Jardines de Sabatini (Cuesta de San Vicente, 16) y muévete en metro.

2.- Pegarte la paliza del viaje para quedarte fuera del estadio 

Más de 100.000 seguidores del Liverpool y el Tottenham llegarán a Madrid en estos días para el partido decisivo del campeonato. La “pequeña pega” es que en el Wanda Metropolitano (la nueva “Peineta”) sólo caben 68.000 espectadores. ¡Ardua labor la de la policía española para controlar a los “sintecho” que se quedarán sin entrar!

3.- Fiarte de las predicciones de un pulpo

¿Quién no recuerda al pulpo Paul? En la Eurocopa 2008 las casas de apuestas alemanas se hicieron de oro por las elevadas cantidades que los hinchas se jugaron siguiendo el dictamen de este pulpo médium. Al conocido octópodo del Sea Life Centre de Oberhausen, sus cuidadores le ofrecían, antes de cada partido, dos recipientes idénticos con comida, cada uno de ellos con la  bandera de uno de los dos países jugadores. Paul escogió 4 de 6 veces el contenedor del país que luego resultaría ganador. Pero, además, acertó 7 de 7 en la fase clasificatoria del Mundial 2010 y predijo la victoria de España en la final. ¿Puro azar? En cualquier caso, impresionante, sobre todo para un animal que no distingue los colores.

4.- Cargar con un bombo por medio mundo

Seguramente el nombre de Manuel Cáceres Artesero no te diga nada, pero si escuchas “Manolo el del bombo” sabrás perfectamente quién es. Ataviado con una enorme boina, Manolo es el hincha más famoso de la selección española, a la que sigue de país en país animándola a bombo y platillo. Bueno, sólo a bombo.

5.- Bañarte en una fuente pública 

Haga frío o calor, una de las tradiciones más extendidas entre los forofos de los equipos de fútbol es celebrar la victoria bañándose en una fuente y, aunque las medidas de seguridad actuales no se lo pongan fácil, al menos el punto de encuentro sigue siendo el mismo. En Madrid, los hinchas merengues festejan el triunfo en La Cibeles, mientras que los atléticos lo hacen en la cercana fuente de Neptuno. Pero esta costumbre no es exclusiva de la capital: los aficionados del Barça se dan cita en la barcelonesa Fuente de Canaletas, los del Sevilla en la Fuente de Híspalis (conocida como “fuente delos meones”) y la hinchada del Málaga en la Fuente de las Tres Gracias.

6.- Pelearte con Viggo Mortensen

Los hinchas de cualquier equipo han protagonizado siempre curiosas anécdotas. Una de las más cómicas es la que le sucedió al celebérrimo actor Viggo Mortensen, ferviente seguidor del equipo argentino San Lorenzo. Estando en Madrid en 2006 fue invitado a casa de su amigo y productor de cine Agustín Díaz para ver el partido de su amado equipo contra el Boca. Cuando iba hacia su cita en la Puerta del Sol, ataviado con la camiseta azulgrana del San Lorenzo, un grupo de ultras del Real Madrid lo confundieron con un forofo del Barça… y empezaron los puñetazos.

7.- Quedarte sin tu amada camiseta oficial para prestársela a los jugadores

En 1994 los equipos argentinos Chacarita y Almagro se disponían a disputar un encuentro por el título de campeones de Primera B. Ambas formaciones estaban patrocinadas por la marca de indumentaria deportiva Penalty y, cuando saltaron al campo… ¡iban vestidas las dos totalmente de blanco! El problema es que, además, ninguno de los dos equipos había previsto una segunda equipación. Un hincha del equipo local -el Chacarita- solucionó el asunto pidiendo entre el público las camisetas tradicionales de su equipo que llevaban puestas, a listas rojas, negras y blancas y con el número estampado. Con apenas veinte minutos de retraso, el partido se celebró con los jugadores locales luciendo las camisetas prestadas por sus hinchas.